Vidal Celis (Santander, 1982) regresó, después de dos días y varios viajes en avión, a su Cantabria natal tras completar su mejor semana como ciclista profesional. Tan sólo unos meses después de dar un giro a su carrera con el fichaje por FOOTON-SERVETTO-FUJI, tercer equipo en una trayectoria iniciada en (2005-06) y Barbot (2008-09), el corredor afincado en Valles recupera de nuevo la sonrisa con una regularidad inusitada en el reciente Tour de Langkawi, con tres segundos puestos y seis top-ten en otras tantas etapas llanas de la prueba asiática. El sprinter español de la escuadra dorada repasa en su memoria detalles sobre las emociones recién vividas, y mira con nuevas perspectivas a un futuro inmediato que pasará por las clásicas primaverales del Benelux.
- ¿Qué le faltó a Vidal Celis para conseguir una victoria en Langkawi?
- En los primeros días, me faltó encontrar mi sitio, tener confianza, saber cuáles eran mis opciones y cuáles eran los verdaderos rivales. En la primera, arranqué demasiado pronto, a la salida de la última curva, y Matthews me acabó pasando. En varias jornadas tuve algunas caídas, en la quinta etapa tuve que salvar una que se produjo justo delante de mí y muchas veces, cuando creía tenerlo todo hecho, siempre surgía algún incidente inesperado. Recuerdo el último día: el equipo preparó genial la llegada en el circuito final, estuvieron tan fuertes como todos los días para trabajar, sobre todo con Pedro Merino, Matthias Brändle y Markus Eibegger; ya había visto la llegada y sabía donde arrancar, pero llegado el momento, se me enganché el pedal y luego me quedé cerrado sin poder remontar. Llevaba mucho tiempo sin meterme a disfrutar de los sprints antes de esta carrera; son una lotería, hay que saber colocarse bien, tomar decisiones rápidas, guardar fuerzas para el momento justo y mantener la velocidad en todo el sprint.
- Tras varios años complicados en equipos modestos como Camargo o Barbot y sin la estabilidad necesaria para rendir al máximo nivel, ¿es FOOTON-SERVETTO-FUJI el paso definitivo para una gran carrera?
- Es difícil decirlo, porque el ciclismo es un día a día. Lo que sí tengo claro es que venir a correr aquí era algo que me hacía una tremenda ilusión. Estar en equipos medianamente fuertes como Barbot es enriquecedor, pero venir a FOOTON-SERVETTO-FUJI era la alegría de poder correr en casa. Matxin me dio la oportunidad de venir y tienes que aprovecharla como sea. En ese sentido, no he encontrado jamás un equipo con la buena convivencia que hay aquí. Somos gente joven, venida de equipos modestos: no hay más que mirar al equipo de Langkawi, con Valls llegado del Burgos, Merino y Walker del campo amateur, Markus y Matthias de un continental como Elk Haus... Todo el mundo está contento, tiene ganas de correr, la ilusión de estar en el UCI ProTour. se ofrece voluntario a trabajar cuando es necesario. Eso es muy difícil de encontrar en cuaquier equipo. En ese sentido, hay que valorar el trabajo de los directores por sacar un equipo adelante con todas las dificultades económicas y técnicas que ha habido.
- Tu llegada a FOOTON-SERVETTO-FUJI te ha permitido ya hacer algo de mundo con tus salidas a Argentina y Malasia. ¿Cómo se viven estas experiencias y qué diferencia al ciclismo internacional del europeo?
- En el caso del Tour de San Luis, la competición era muy distinta de aquí. Tenías equipos fuertes como Liquigas o Katusha, y conjuntos españoles como Xacobeo a los que conoces, pero los demás eran amateurs y selecciones nacionales. Se notaba falta de respeto en el pelotón: muchos de los códigos éticos no escritos no se respetaban, y se corría de forma más alborotada. En Langkawi, por el contrario, todo era bastante profesional: el concepto de ciclismo es bastante más similar al que tenemos aquí, con equipos fuertes y organizados, aunque también un poco alocado. Hemos tenido suerte de que la carrera fuese sencilla en cuanto al terreno y muy abierta, porque sí hemos tenido algunas complicaciones con las indicaciones de la organización, la toma de tiempos de Radio Vuelta, la circulación en el pelotón... que siempre son algo incómodas.
- ¿Cuáles son tus objetivos más inmediatos? ¿Te ves dejando atrás con triunfos en algún otro lugar los sinsabores de estos días?
- Veremos si puede ser así: Matxin me ha confirmado que tendré varias opciones para estar delante en la Vuelta a Turquía (11-18 de abril), con etapas asequibles para mí, así que trabajaremos todo lo necesario para llegar a punto. En cualquier caso, ahora me toca trabajar: vamos a correr el E3 Harelbeke (27 de marzo), la Gante-Wevelgem (28 de marzo) y el Tour de Flandes (4 de abril), con especial ilusión de hacerlo bien a nivel colectivo en Gante. Manuel Cardoso tiene una calidad tremenda, puede pelear por la victoria al sprint e incluso lo tendría más fácil con una llegada más dura. David Vitoria y yo somos, en principio, los hombres que le llevaremos hasta el final para obtener un buen resultado, ya que el equipo se juega muchos puntos ProTour en las carreras que vienen.
