Aquí os vamos a demostrar que el disco es un elemento mucho menos agresivo de lo que se está hablando en los últimos días. Gracias a un pequeño vídeo casero que ha realizado nuestro amigo Javier Manrique de Bicius Bikes, podréis comprobar hasta que punto un disco de freno puede ser mucho menos lesivo de lo que nos lo pintan.
Todavía seguimos anonadados por la prohibición de la utilización del freno de disco en las competiciones de carretera y ahora también en las marchas cicloturistas, aunque esta imposición no nos sorprende e incluso la esperábamos. Existen demasiados precedentes en actuaciones similares por parte de los organismos competentes, que nos recuerdan a los momentos más oscuros de nuestra historia, cuando la inquisición perseguía a todo aquello que supusiera una avance para la humanidad.
En pleno siglo 21, fruto de la más absoluta ignorancia y sin estudio empírico alguno, se establece que los frenos de disco son una amenaza terrible para el ciclismo de carretera. Para ello se sustentan en que es un elemento que puede producir graves lesiones en una caída y ponen el ejemplo de la última montonera en la Paris – Roubaix donde se gritó a los cuatro vientos: “han sido los frenos de disco”. Aducen que en el ciclismo de competición se producen muchos accidentes por montoneras, y es ahí sobre todo, donde el “disco” puede producir terribles daños al ciclista. No podemos negar que es un elemento que puede producir lesiones a un ciclista en una caída, así como la sierra de los platos y piñones, los cuernos del manillar, las cuchillas de los radios, los martillos de las bielas y pedales, etc… Existen en una bicicleta numerosos elementos que en una caída pueden producir cortes, contusiones, perforaciones, y mil heridas de mayor o menor consideración, ¿pero por esa razón tenemos que prohibir el uso de todos ellos? Entonces, ¿con qué artilugio daríamos pedales?
Aún recuerdo lo que costó concienciar al ciclismo de carretera sobre las ventajas del uso del casco. Fueron años. Mientras los bikers en montaña ni se lo pensaban y hacían sus salidas y competían bien pertrechados con sus cascos, en la carretera seguían rechazando su uso, con argumentos peregrinos como: “me agobian, me restan fuerzas, el calor es insoportable...”
¿Por qué el ciclismo de carretera tiene que ir siempre por detrás de los tiempos? Una de las posibles causas es la propia normativa, que en muchos casos es del cuaternario e impide la evolución de la tecnología, y por tanto la seguridad de los ciclistas. Así no podemos continuar, más de una década de experiencia en el ciclismo de montaña es un argumento de peso para tomarse en serio el uso de los frenos de disco en cualquier disciplina ciclista, y más aun en los últimos tiempos, donde tenemos pruebas con participaciones que superan los 5.000 bikers. ¿Cuántos casos se han dado de lesiones por los discos?
Sí con mayúsculas a la incorporación del freno de disco a las bicicletas de carretera, supone un importante avance en seguridad y sobre todo para llantas de carbono y para los días de lluvia, además de su probada superioridad en potencia de frenado en todas las circunstancias. Accidentes se van a seguir produciendo, es ley de vida, pero estamos convencidos que los frenos de disco van a evitar muchos de ellos y las lesiones producidas por sus discos van a ser mínimas.