Movistar Team emite un vídeo con motivo de la retirada de Pablo Lastras, referencia y símbolo para todo el pelotón español durante 18 temporadas
2016 será la primera temporada en veintiún años -18 en la máxima categoría, tres como aficionado- que no vea el nombre de Pablo Lastras entre la plantilla del equipo de Eusebio Unzué. La caída sufrida por el ciclista de San Martín de Valdeiglesias el pasado 26 de marzo, durante la cuarta etapa de la Volta a Catalunya, truncó su carrera deportiva y le obligó a pasar por un largo y doloroso proceso de recuperación, que aún hoy acomete. Pero incluso en dicho trance, ‘Penkas’ exhibió los valores que le han llevado a ser uno de los ciclistas más reconocidos dentro y fuera del pelotón. Dignidad, compromiso, respeto máximo a la labor de compañeros y rivales, pero sobre todo, un corazón de oro.
Debutante en profesionales con Banesto con victoria, en el Memorial Galera de 1997 -ya había corrido el Trofeo Luis Ocaña ’96 con la selección española sub23-, Lastras fue como el mejor mediocentro futbolístico. Capaz de repartir juego y apoyar a sus compañeros como ninguno, pero también con la suficiente habilidad para lograr triunfos individuales de bella factura.
Tras varios años minado por las lesiones, que le acompañarían toda su carrera, ‘Penkas’ completó en tres campañas consecutivas el codiciado ‘trébol’ en Grandes Vueltas. En 2001 fue el Giro, en Gorizia; en 2002, un ‘doblete’ en la Vuelta, en Córdoba y Collado Villalba; y finalmente, en 2003, la más grande, el Tour, en Saint-Maixent-l’École, apuntando al cielo, recordando a su madre fallecida por cáncer sólo unos meses antes. Ella, Rosa, fue la mayor responsable de que el joven Pablo no dejase el ciclismo mucho antes por falta de motivación. “De ella he sacado el carácter y la dureza”.