Mathieu Van der Poel continúa escribiendo su nombre en la historia del ciclismo al lograr un impresionante doblete Flandes-Roubaix con su victoria en el emblemático velódromo. El talentoso ciclista neerlandés del equipo Alpecin revalidó su triunfo en este monumento, recordando su hazaña de la temporada pasada, y lo hizo con una exhibición individual que dejó a todos boquiabiertos, especialmente después de lanzar un ataque audaz a 60 kilómetros de la meta.
En un día marcado por las condiciones adversas y los desafíos propios de las clásicas de adoquines, Van der Poel demostró una vez más su maestría sobre terrenos exigentes. Desde el inicio, se posicionó como uno de los protagonistas principales de la carrera, siempre alerta y listo para tomar la iniciativa cuando la situación lo requiriera.
Así fue la carrera:
foto portada: paris-roubaix.fr