Visconti logra la cuarta victoria de su equipo en el Giro, tercera consecutiva, con un ataque en la última cota que le permite firmar el 16º éxito de la escuadra en 2013
Tres victorias de etapa en las últimas tres jornadas disputadas del Giro de Italia 2013. Movistar Team sigue con su impresionante racha en la Corsa Rosa y después del triunfo de ayer de Intxausti en Ivrea y el del domingo en el Galibier de Giovanni Visconti, el tricampeón italiano ha completado en la meta de Vicenza el póker de victorias que iniciara Dowsett en la crono de Pescara. Visconti se ha llevado otro magistral triunfo en la 17ª etapa del Giro, de 214 km y salida en Caravaggio en la que nuevamente una cota situada a 16 km del final ha ejercido como juez definitivo.
Allí, el ciclista de la escuadra telefónica ha atacado desde un grupo de elegidos de treinta unidades -con Intxausti, Ventoso y Herrada entre ellos- a 2,5 km de la cima. Tras alcanzar y descolgar a Di Luca (VIN) y Rubiano (AND), Visconti ha iniciado desde la cumbre una contrarreloj individual respecto al pelotón en la que ha sabido mantener una renta que osciló entre los 20 y los 30 segundos para hacerse con su segundo éxito parcial en esta edición de la carrera, la 25ª en su trayectoria profesional.
Con un Movistar Team enrachado -16 victorias ya en lo que va de temporada y con Intxausti asentado en el noveno puesto de la general-, el Giro afrontará ahora su tríptico dolomítico definitivo, con la cronoescalada de mañana a Polsa (19 km al 5,7%) y los dos tapponi de viernes y sábado, cuyo recorrido deberá ser previsiblemente modificado a consecuencia de las inclemencias meteorológicas.
DECLARACIONES / Giovanni Visconti: "Es la demostración de que la cabeza es todo. Con la fuerza del grupo, con la fuerza de la mente, las ganas que tenía de confirmar que estaba de vuelta al nivel que me corresponde… La verdad es que el Galibier me ha resucitado. Me ha servido para encontrarme a mi mismo, para recuperar la confianza en mí y en mis opciones en carrera. Este es el Visconti que quiero ser, no el otro. Si hace unos días me dicen que iba a atacar en una subida como esta, no lo hubiera creído, pero como digo el poder de la mente lo cambia todo. Era un sueño ganar una etapa en un Giro y en tres días he conseguido dos.
Sabíamos que era una buena etapa para Ventoso o para mí, pero en la subida tenía buenas piernas y el corazón me pedía atacar. He visto que Lampre no tiraba a tope para que Pozzato aguantara y he visto mi oportunidad. He esperado a los dos últimos kilómetros porque sabía que la subida era menos dura y me he lanzado a por Rubiano y Di Luca. Si salía mal, quedaba ayudar después a Fran para la volata. Pero en el llano iba muy, muy fuerte, siempre a más de 50 kilómetros por hora y a 5 kilómetros de meta ya he sentido que la victoria era mía. Mi cara al cruzar la meta refleja cómo me siento. La victoria de hoy se la dedico a mi primo Ciro, que hoy estaba en meta y lo está pasando mal. Y a la familia y a este equipo, un gran grupo con el que estamos pasando un gran Giro dentro y fuera de las carreteras".